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Un bol, añades un huevo completo y bien batido, a continuación dos o tres cucharadas de harina y leche, se bate todo que se forme una pastita clara, una pizquita de sal y se puede añadir una cucharadita (tamaño de café) de levadura en polvo. Todo bien batido. En una sartén, aceite, preferible de oliva, pero puede ser otro, cuando está bien caliente, con una cuchara vas colocando los buñuelos, se baja la temperatura del aceite, se frien, se sacan y se escurren en unas servilletas de papel o toallitas de cocina, se rebozan con azúcar, que no sea glasé, y se sirven fríos o calientes, da igual. * * * Es uno de los trucos para tener algo muy muy rápido de repostería.
A mí, personalmente me ha sacado de alguna situación comprometida y he quedado ... ¡¡fenomenal!!.
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