El nacimiento del Mar

La Mar

 

    Cuando el mundo era joven estaba poblado por los antiguos dioses, entre ellos estaba Yaya, que era el origen de la vida, el creador.

    Yaya vivía con su esposa y su pequeño hijo Yayael, que era obediente y hacía todo lo que se le pedía. Pero Yayael fue creciendo y al llegar a la adolescencia a menudo no estaba de acuerdo con lo que su padre, el gran espíritu, le decía. Se convirtió en un insolente y egoísta que sólo quería hacer su voluntad y hasta llegó a faltarle el respeto a su padre.

    Yaya se enfadó y le dijo que se marchara de casa y que no regresara hasta que pasaran cuatro lunas.

    Pasaron cuatro meses de su partida cuando, Yayael regresó a su hogar. La furia de Yaya no se había aplacado en este tiempo y, en un estallido de cólera, mató al revoltoso joven.

    Arrepentido y lleno de remordimientos, recogió los huesos de su hijo y los metió dentro de una calabaza hueca que colgó del techo de su cabaña.

    El tiempo pasaba y Yaya no encontraba consuelo. Tuvo  tantos deseos de ver de nuevo a su hijo que descolgó la calabaza en presencia de su esposa. Los huesos habían desaparecido y, en su lugar, había muchos peces multicolores de todos los tamaños...la calabaza se les cayó y se hizo añicos. 

    Un inmenso manantial de agua brotó de la calabaza rota y cubrió la Tierra de ríos y lagos, de océanos y mares. En el agua dulce y en el agua salada nadaban peces de muy diferentes tamaños y colores, peces multicolores, como el arcoiris.

    ... Y así fué como de los huesos de Yayael nació el mar...

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